En una de las fotos se observa a un burro darle vueltas a un molino. En la otra, lo que un residente hace al llegar a su casa antes de acostarse a la orilla de su cama. Hasta allí nada fuera de lo normal, puesto que los burros son animales bastante fuertes y soportan muy bien trabajos como ese. Los jóvenes también lo son aunque envejecen muy rápido contrayendo burn out/ síndrome de Tomas. Como niño fue triste ver que al pobre animal no solo lo golpeaban para que girara más rápido, sino que además le daban muy poco tiempo para que comiera y bebiera. Algo similar fue la vida de mi viejo que directamente tenía su plato de comida reservado para cualquier hora. Si llegábamos a casa y estaba vacío era porque aún no llegaba o porque se iba a dormir sin comer por tanta fatiga. En el poco tiempo que tenía para beber, el animal, desesperado casi se atragantaba con el agua. El otro animal humano, miraba su plato con una dosis de hipnosis y silencio alienante. Al terminar ese día pen